Bibiana, la santa

Santa Bibiana fue una joven martirizada en Roma en el siglo IV

Nació en una familia cristiana dedicada a la obras de caridad, entre ellas, la
de dar sepultura a los santos cristianos torturados y ejecutados por sus
creencias religiosas. Toda su familia fue encarcelada y sentenciada a
muerte. A ella la dejaron viva con la idea de que renunciara a su fe. Es por
eso que la encerraron en una casa con enfermos mentales a los que acabó
sanando milagrosamente.

Santa Bibiana murió después de duros tormentos, entre ellos la flagelación con cuerdas emplomadas. Su cuerpo se colgó en una plaza céntrica para que sirviera de escarmiento. Fue sepultada junto a su madre y su hermana, también santas mártires.

Sus restos se encuentran en la iglesia de Santa Bibiana, en Roma, junto a las vías del tren de la estación de Términi. En un barrio humilde con un alto índice de
inmigrantes, muy parecido al nuestro.

Santa Bibiana es la patrona de todas las personas que sufren males
nerviosos, de las que sufren tormentos y traumas de cualquier tipo, como la
epilepsia, la locura, los dolores de cabeza y los problemas causados por el
alcohol.